LA PAREJA

La relación de pareja es el vínculo humano más deseado y el que más nos desafía. Por un lado deseamos la intimidad con otro-a, y a la vez nos da vértigo exponernos tal y como somos.

Los pilares que la sostienen y están en constante movilidad como la vida misma son el amor, el dar y recibir, la sexualidad, la intimidad y la convivencia.

La intimidad en la pareja se construye. Es fruto de una evolución donde las dos personas necesitan ir logrando sanación y autonomía.

Separarse de los padres y de los hermanos-as es fundamental. La dependencia de la familia de origen muestra infantilismo y temor de crecer y avanzar. Me quedo en la dependencia y hago que los otros dependan de mí, así es imposible abrirnos a algo nuevo, la energía se nos estanca.

La vivencia en pareja pide el haber superado la simbiosis infantil. Por eso es la experiencia de relación humana más exigente y, si lo logramos, es la más nutritiva.

¿Cómo podemos avanzar?

¿Cuáles son las señales?

Las señales están en la realidad, en el presente. Los problemas son los que marcan las prioridades. La realidad es la que va presentando desafíos que obligan a la pareja a resolver asuntos pendientes.

Esto es lo que hace que poco a poco vayamos asumiendo la finalidad de estar juntos, la misión particular de este vínculo donde ALGO NOS GUÍA hacia nuestra misión.

Necesitamos estar abiertas-os a crecer y evolucionar para abrazar lo que la vida nos propone cada día. Juntos-as nos abrimos a abrazar nuestra vida en evolución.

¿para toda la vida?
Para el tiempo que estemos juntos-as