EL DINERO Y LA ABUNDANCIA

Es un equilibrio al servicio del progreso individual y colectivo

Forman parte de un todo y llegan a la persona que es agradecida. Es una energía en movimiento: circula, va de uno a otro. El dinero es símbolo de vida y necesita ser reconocido, querido y respetado. Necesita servir para algo, desde lo sencillo de la vida cotidiana hasta los grandes proyectos. Y cuando está destinado a crear mejores condiciones de vida adquiere su mayor fuerza. 

La queja, el desprecio y los juicios nos alejan de la vibración de la abundancia y el dinero. Nos estancan y no podemos avanzar.

El dinero es algo espiritual

Espiritualmente comprendemos el dinero cuando lo vemos en movimiento y, cuando en sintonía con este movimiento, lo exigimos, lo tomamos y lo pasamos a otra persona. El dinero está al servicio del amor. Es amor que fluye.

es fuerza

Produce algo. De él surge algo. El dinero llega para compensar un servicio que hemos realizado a los demás. Y lo utilizaremos para vivir, para crear algo nuevo, para mejorar o transformar nuestra vida. Cuando el dinero se retiene, pierde fuerza.

es ganancia

Recibimos el dinero para compensar un servicio realizado para los demás. Si se niega ese pago, nuestra alegría por el trabajo y nuestra eficiencia decaen y, con ello, nuestra productividad. La ganancia también es un producto. 

¿Qué miramos primero, la ganancia o el producto? ¿Por el deseo de ganar ponemos a veces el producto en juego?

El dinero que se escapa

¿Qué me quiere mostrar esta fuga del dinero? ¿Estoy en lo esencial para mí? ¿A qué o a quién no estoy agradeciendo o respetando? ¿Estoy asumiendo mis decisiones y responsabilidades adultas?

«Solo el adulto goza de abundancia. El que espera ayuda de otros, exige regalos o viviendas en dependencia, vive como un niño y aleja de su vida la abundancia».